No me arrepiento de haberte descrito tanto en todas las cartas que te escribí. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que perdí mucho tiempo escribiendo palabras que jamás leerías y que no llegarían a ser más que eso.
Tal vez haberlas escrito fue la mejor manera de mostrarme a mi misma que cuando la ilusión se acaba, no importa qué tan bonita o intensa fue, si se acabó, se acabó. No hay manera de volver atrás, nada será igual.